El 2020 será recordado como un año enormemente trágico para toda la humanidad.

La aparición en Wuhan, China central, del virus Covid-19, a finales de 2019, fue el presagio de lo que podría ocurrir en el mundo entero, como consecuencia de su propagación.

Así, las autoridades sanitarias a nivel mundial fueron adoptando medidas, en muchos casos drásticas, con el propósito de atender a los contagiados y frenar su propagación.

Y a lo largo del año 2020 se fueron conociendo sus mortales consecuencias en los diferentes países, en unos más afectados que en otros, pero con la misma peligrosidad de riesgo para la gente.

Con este panorama, desolador por cierto, la ciudad de Barranquilla también vivió sus consecuencias. No sólo por causa del Covid-19, sino, además, por otro ‘covid chino’ con nefastos resultados para la economía local.

El principal afectado: el canal de acceso al puerto de Barranquilla.

El principal causante: el Consorcio Shanghai - Ingecon, contratado para lograr profundidades adecuadas para poder disponer de un calado operacional de 10,20 metros, que nunca se dio. Es la misma firma que en los períodos 2019 - 2020 se ha llevado 35.714 millones 162 mil 163 pesos para realizar dragados que terminaron siendo ineficientes, ineficaces y sin el cumplimiento de las metas contratadas.

Los protagonistas: Cormagdalena, como rectora del río Magdalena por mandato constitucional, con labor ineficiente e ineficaz frente al tema.Findeter, que inexplicablemente fue contratada por Cormagdalena como administradora de los recursos y por lo cual se ha embolsillado la suma de 5.738 millones 861 mil 410 pesos. Y el interventor Ingeniería e Hidrosistemas Grupo de Consultoría S.A. (IEH Grucon S.A.), cuya labor por 939 millones 362 mil 200 pesos se muestra más que complaciente frente al nefasto resultado del contratista.

De manera colateral se encuentra la Ministra de Transporte, Ángela María Orozco, una barranquillera que tampoco ha mostrado sentido de pertenencia con su tierra natal ante todo lo ocurrido.

El más reciente boletín sobre calados en el canal de acceso, emitido por la Dimar a través de la Capitanía de Puerto de Barranquilla, refleja toda la situación.

En efecto, los calados están divididos, de acuerdo con las profundidades y condiciones existentes, en dos grandes tramos, así:

Del kilómetro 0 al 11: 

- Embarcaciones menores a 180 metros de eslora (longitud), calado menor a 8.5 metros, sin restricciones, con 30 centímetros de asiento positivo, en condiciones océano atmosféricas favorables.

- Embarcaciones de 180 - 200 metros de eslora, calados desde 8.5 metros hasta 9.1 metros, con luz día, 30 centímetros de asiento positivo y en condiciones oceano atmosfericas favorables.

Sobre este primer tramo tanto el Director de Cormagdalena, Pedro Pablo Jurado, como la presidenta de Findeter, Sandra Gómez Arias, al igual que la Ministra Ángela María Orozco, en reiteradas ocasiones ‘han sacado pecho’ intentando hacer creer ante la opinión pública el ‘gran avance del dragado’, con el mejoramiento de las condiciones del calado.

Lo cual no es totalmente cierto puesto que, según el gremio portuario de Barranquilla en ese tramo apenas se moviliza el 30% de la carga.

Y para el segundo tramo, del kilómetro 11 al 22, el puerto de Barranquilla cierra el 2020 de la siguiente manera:

- Embarcaciones menores a 180 metros de eslora, calado menor a 7.3 metros, sin restricciones, con 30 centímetros de asiento positivo y con condiciones oceano atmosfericas favorables.

- Embarcaciones entre 180 y hasta 200 metros de eslora, calados desde 7.3 hasta 7.6 metros, con luz día, 30 centímetros de asiento positivo y con condiciones océano atmosféricas favorables.

Para este tramo los tres funcionarios no ‘sacan pecho’ y es en el que se moviliza el 70% de la carga en el puerto de Barranquilla. Es decir, es el más perjudicado por las pésimas condiciones de calado debido al nefasto trabajo del Consorcio Shanghai - Ingecon.

Lo increíble de todo esto es que en los últimos tres años los dragados contratados totalizan 61.285 millones 415 mil 586 pesos y todo lo que se vislumbra, realmente, es un ‘puerto chalupero’.

Y con el reciente convenio interadministrativo suscrito entre Cormagdalena y Findeter, sigue en la incertidumbre si se garantiza “la continuidad en el dragado en los sectores priorizados” o los nefastos resultados en el puerto de Barranquilla.